¡Mi abuelo, mi gran amor! Desde pequeña viví con mis abuelos, no tuve el apoyo de mi padre por circunstancias de la vida, por eso considere a mi abuelo como mi “papá”. El apoyo que me daba era excepcional junto a mi abuela, en el transcurso de los años los amaba cada día más, cuando entre a cursar preescolar, mi abuelo me llevaba al colegio, me recogía, estaba pendiente de mí siempre, mi mamá decidió que lo mejor era vivir aparte, pero no… No fui capaz, no fui capaz de dejar solas a las personas que me enseñaron el valor de la vida, el amor, el respeto. Decidí quedarme a vivir con ellos, quedé con mi mamá en que la visitaría los fines de semana y que de lunes a viernes viviría con mis ellos. Mi mamá no se opuso a esto ya que ella sabía el amor que yo sentía por ellos, llegué a 4° de primaria y mi abuelo aun me llevaba y me recogía en el colegio, ¡claro! Esto hizo que cada día lo amara más y más…
De repente mi mamá tomó la decisión de llevarme a vivir con ella, por más de qué yo le dijera que no, ella insistía y finalmente fue así. Los papeles habían cambiado, mis fines de semana eran con mis abuelos y entre semana con mi mamá, transcurrieron 4 años así… todo cambió, mi abuela se enfermó, esto hizo que mi mamá volviera a casa de ellos, mi abuela cayó a cama, una enfermedad causó la muerte de ella, para todos fue algo muy duro y difícil de explicar, ya que fue el primer ser querido en marcharse, aún no sabía cómo afrontar la situación…Todo fue muy extraño me pregunté ¿por qué? ¿Por qué todo fue así? ¿Y ahora que voy a hacer? ¿Mi abuelo? Todos en realidad
estábamos mal. A partir de ese momento mi abuelo inicia a ver la vida desde una perspectiva diferente ya que él no era el propio papá de mi mamá, pero desde que ella tenía dos años él la crio. Mi mamá le propuso qué se fuera a vivir con nosotros, él no lo pensó dos veces y dijo ¡CLARO! ¿Qué voy a hacer yo acá solo y sin mi vieja? Desde entonces, él para nosotros fue un apoyo. Él era el hombre de la casa, él llenaba el vacío de mi abuela, reitero a pesar de no tener mi sangre siempre nos respetó y nos amó de la manera más sincera. Al año de mi abuela fallecer, cumplí mis 15, muy emocionada pero triste, ya que de las nietas que faltaba por cumplir sus 15, era yo, mi abuela no alcanzó a verme con mi hermoso vestido, tal cual como se lo describía, pero mi abuelo, ¡SI! Él día de mis 15, actúo como mi papá así lo considere siempre. En fechas como diciembre, día de las madres, día del padre el siempre lloraba por mi abuela, él decía que ella fue su gran amor, él le pedía que se lo llevara y finalmente así fue… el 19 de marzo mi abuelo falleció, todo fue muy extraño, en diciembre nos dejó un hermoso y grato recuerdo, bailó y gozó como nunca. El día qué partió de este mundo fue otro golpe muy duro para mí ya que teníamos muchos planes juntos uno de esos era qué iba a estar acompañándome el día de mi grado porque él se sentía muy orgulloso de mí, de todo el esfuerzo y la dedicación qué él había hecho, pero eso no fue posible, todo cambió en un abrir y cerrar de ojos, la vida me golpea nuevamente con su partida y fue algo más doloroso que la perdida de mi abuela porque él fue una persona que supo llenar ese vacío que había dejado
ella y compartí cosas maravillosas en esos 3 años con él, tuve que reaccionar a la cruda realidad, porque todos esos planes y metas ahora debo cumplirlas sola y es algo muy doloroso.
Tengo algo muy preciado que son mis padres que gracias a ellos es que tengo un consuelo porque a pesar de todo nunca me han dejado sola, siempre han estado ahí cuando yo los necesito, mi padre a pesar de la distancia siempre he contado con él en las buenas y en las malas y mi mamá mi amiga, mi confidente. Me deprimo al pensar el día en qué sentí ese dolor, realmente no sé explicarlo … porque a pesar de que cuento con mis padres, ese vacío es inmensamente grande pero gracias a ellos y a la vida ya que corrí con suerte de tener una familia como la que tengo, porque a pesar de que no somos muy unidos siempre hemos estado ahí, a pesar de las circunstancias la vida es así, tiene sus altibajos y ninguna familia es perfecta, todos tenemos defectos, errores, virtudes pero no somos nadie para opinar hacia los demás, me siento orgullosa de tener la mejor familia del mundo a pesar de que en el fondo de mi corazón hay un vacío.
Mi grado será en honor a ellos, especialmente a mi abuelo, ya que él estaba emocionado con esta fecha, a ratos pienso qué la vida es injusta, qué realmente uno debe afrontarla de una manera fuerte. Me duele saber qué ese día probablemente tampoco estará mi propio padre presente en mi grado por obstáculos de la vida, realmente pido a Dios diariamente qué me de la fuerza suficiente para afrontar todo esto, para superar tanto dolor, tanto vacío. Dios me arrancó el corazón el día que me quitó a la persona que más me apoyaba, la que estaba ahí siempre, pero a pesar de todo, agradezco por todo aquello que ha pasado en mi vida.
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